Angel Demons and Raimon

Angel Demons and Raimon

jueves, 28 de agosto de 2014

Aviso a aquellos que quieran participar



Para empezar os voy a recordar que empezaré de cero, ya que en las  votaciones salió eso y no me está gustando el camino que ha cogido la historia.

Segundo aquellos que me hayan mandado la descripción que no se preocupen, esos ya están dentro.

Tercero, aquellos personajes que actualmente estean en la historia y no me manden la descripción antes del: DOMINGO 7 DE SEPTIEMBRE NO PARTICIPARÁN EN ESTE NUEVO COMIENZO.

Otro aviso para que podáis rellenar la descripción:

NADA DE DELANTER@S (Ya somos 5). ME GUSTARÍA UN PORTER@ (Tenemos 1) MÁS Y DEFENSAS (Tenemos 2). NO ADMITO MÁS DELANTER@S NI CENTRO CAMPISTAS. REPITO:

NO ADMITO MÁS DELANTER@S NI CENTRO CAMPISTAS.

Si escogéis un puesto por favor que sean entre estes:

- PORTERO.
- LIBERO.
- DEFENSA.

Espero que lo comprendáis, es que sino no puedo formar el equipo. Somos muchas delanteras y casi ningún defensa. Sin añadir que sólo tenemos un portera. -.-


También quiero pedir que dejeis de poner en elemento el fuego, si es que con tantos elementos que hay siempre se suele escoger ese. Más de la mitad suelen escoger ese elemento, así que por favor entended:  NO MÁS FUEGO. Aún vamos a provocar un incendio.

Aquí os dejo lo que tenéis que rellenar en caso de que queráis participar:


Nombre:

Apellido:

Apodo:

Edad: (si podéis poner el cumpleaños mejor, para los especiales de cumpleaños)

Apariencia: (con una foto de vuestro personaje, mandarme varias o si no decirme cuál es el que usáis. Por ejemplo: yo uso a Miku Hatsune)

Historia: 

Gustos:

Odia:

Datos curiosos:

Posición del campo: (Atentos al aviso de arriba)

Elemento: (Atentos al aviso de arriba)

Equipo: (Nuestro equipo es Angel & Demons, somos de España).



Y esto es todo.

Enviad las descripciones a este correo:

estela.dominguez.reboreda2014@gmail.com



Atte: Eris Hatsune




lunes, 25 de agosto de 2014

15. Comienza el partido (especial mi cumple + San Valentín 2/2 + empezando la Navidad)



.............En el capítulo anterior:


 - Tío Shizen, tía Sakura !!! - nos llamó. Se acercó, Yara me había soltado de la sorpresa ante las palabras de su amiga - tía Sakura, a dónde llevas al tío? Yara me miró con cara entre asustada y sorprendida.

-Pues me llevo al tío a que me ayude a coger una caja muy pesada que quedó en la furgoneta - dijo al fin.

-Voy con vosotros - dijo cogiendo la otra mano de Yara - Mamá ven tú también - Añadió.

La peli-azul se acercó a Marye y vino con nosotros. Todo era parte de nuestro plan.

CONTINUARÁ


Narra Byron:

O por lo menos uno del que habíamos hablado todos cuando Eris no estaba mirando, si ella se enteraba no servía para nada. Y es que la verdad es que no entiendo el por qué me escogieron a mi, pero me alegro de que por lo menos venga conmigo aquella chica, Yara, la cual me tenía intrigado

Salimos a fuera y el viento frío me hizo estremecer. Un escalofrío recorrió mi espalda y me maldije por no haber cogido una bufanda. Caminamos en dirección a la enorme furgoneta por la hierba mojada por la lluvia y abrimos el maletero. Efectivamente, allí estaba la caja. Era enorme y cuando fuimos a cogerla me di de cuenta de que lo de que pesaba no era ninguna broma. Entre Yara, Eris y yo conseguimos coger la caja mientras Marye cerraba el maletero y alumbraba el camino encendiendo las luces y también abriéndonos las puertas. La dejamos en la despensa, estábamos exaustos, pero el plan iba según lo planeado. Yara y yo nos adelantamos rápidamente y Marye se encargó de molestar a Eris para que le cogiera helado del congelador. Entramos rápidamente en el albergue y dimos la señal, Marye entraría primero y luego Eris. El plan no podía fallar. Tras unos segundos, tanto Eris como Marye se encontraban dentro. Las luces se encendieron de pronto.

 Narra Eris:

 Cuando quise darme cuenta, Yara, Marye y Byron ya no estaban conmigo, las luces se había encendido y Marye había salido corriendo a los brazos de la tía Mei, Eve.


-Felicidades Eris!.-Gritaron todos a la vez, no me lo podía creer que calladito se lo tenían.

 Axel se aproximó a mí, recuerdo, que tenía puesto unos jeans desgastados color negro y una sudadera blanca con las palabras que decían "Adidas Theme Park", grabadas en esta, reí por lo bajo, acaso el parque temático de adidas existía? Sonriendo, se paró justo enfrente mía.

 - Papá, dale un beso a Mamá - dijo desde atrás Marye.

Las mejillas me comenzaron a arder. Madre mía que directa es ahora Marye!!! Axel tampoco se salvaba. Estaba colorado, y ahora tartamudeaba. Escuché risas de fondo, los iba a matar. Aún así, ni yo ni Axel nos movíamos. Marye se acercó por la espalda de Axel y se le colgó del cuello, desviando la atención del chico. Axel intentaba sacársela de encima. Cada vez estaba más cerca de mí, inconscientemente (o no tanto), Marye lo iba acercando a mi. Después de unos minutos mi pequeña amiga, ahora hija, se descolgó y volvió a repetir su petición.

 - Vamos papá, bésala.

-Y-yo, e-e-e-ella.... t-tu,a-ayu-ayuda...!.-Tartamudo se encontraba.

Axel me miró y me puse más roja, si era posible. Marye se cansó de esperar, empujó con sus pequeñas manos a Axel y lo arrimó hacía mí. Ambos abrimos mucho los ojos y vi por el rabillo del ojos como Eve me miraba con un "ya era hora" y sin más que decir, Axel y yo nos besamos accidentalmente, el accidente se llamaba Maryel.

Narrador:

 Se notaba como ambos jóvenes disfrutaban de la situación, algo que sus egos no les permitían reconocer del todo, todavía. Todos tiraron unas largas serpentinas de color turquesa y una música empezó a sonar, era una de las que las chicas más conocía... y por ello se pusieron a cantar, mientras Eris se alejaba a sentarse en unos bancos, tenía que asimilar que se había enamorado. Miró a sus amigas, se estaban divirtiendo. Se acercó a ellas y también empezó a cantar aquella balada de amor. Pero esta vez lo hizo con el corazón. Lo había admitido con aquella canción, estaba enamorada. Los chicos molestaban a Axel en el sofá. Este no hacía caso, tenía la vista fija en las chicas. Especialmente en una. Al darse de cuenta de lo que estaba haciendo se puso colorado, pero no apartó la mirada de ella. La peli-azul no se daba de cuenta de la penetrante mirada del pelo pincho en ella, y si lo hiciera, seguro que se pondría nerviosa. La canción acabó y todas las chicas, y la tigresa, se apelotonaron encima de Eris.

- Matteeee, saskete!!!!!. Me aplastáis!!!!! - Eris forcejeaba para intentar salir de debajo de aquella montaña femenina y felina que se le había montado encima. Aún así, las chicas y la enorme gatita no le salían de encima.

-Mami, ya estas un poco más vieja.-Dijo Marye.

 Eris cerró los ojos, estaba verdaderamente contenta y al abrirlos descubrió que Axel seguía mirándola sonrojado.

-Si Marye, ya estoy vieja.

 Marye comenzó a reír y a reír, la causa? Paolo. Paolo le hacía cosquillas. Gracias a esta acción pudo sacar a Marye del montón. Las descontroladas risas de Marye retemblaban por todo el lugar. Tanto era que reía, que lloraba. Marye pataleaba, intentando darle al castaño que la atormentaba a base de cosquillas. Esa parejita estaba ajena al resto, como en su mundo. Y nadie los molestó. En cuestión de minutos, Marye y Paolo estaban cada vez más apartados de todos. Los supuestos padres de Marye también estaban absortos en su mundo. Cada obeja con su pareja como quien diría. Ambas parejas se habían retirado a otra parte del grupo.

Con Axel y Eris:

Al acabar de recobrar su espacio personal, Eris, pudo ver como Axel, retiraba su atención de la fiesta e iba hacía ella con inquietud y nerviosisimo.

 -Que s-sucede?.-Preguntó al ver que se acercaba a sentarse junto a ella.

 -Nada, estoy agotado, tu amiga Marye, tiene mucha energía, y como su padre, he echo mucho de padre.

Se rió.

 -Es pequeña, ella no suele ser así y como su madre te digo que esa era tu función estos días no te quejes.-Sonreí divertida.

-Tu crees que nos hará, ya sabes, besarnos otra vez?.-Me quedé roja ante su comentario. 

-No lo sé.- Conseguí decir... "No me importaría hacerlo de nuevo." Pensé.

 -Espero que no te moleste.

-No me molesta para nada..-Dije sin pensar

-A mi tampoco. -Dijo Axel sin necesidad de justificarse.

-Todo sea por el bien de Marye, ademas ya había besado a más gente, es como actuar no?.-Mentí. -Pues para mí fue mi primer beso contigo y este creo que es el segundo o tercero.-Sonreí bobamente.

-A mi me parece que seríamos unos padres estupendos, seras una madre excelente. -Indicó él.

 -Una excelente madre, y tú un padre genial. -Le halagué.
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 -Si, pero como padre, primero tendríamos que hacer eso...-Rojita.-...

-Jajajajajaja.-Se rió.-Siempre me han gustado las bajitas y con mala uva.-Dijo mirándome la comisura de los labios.

-Jejejeje. -Reí versión tomate.

-En fin "mamá", quieres bailar un rato conmigo? -Se ofreció a acompañarme en la pista de baile.

 -No me llames "mamá", "papá".-Dije un poco molesta.

 - De acuerdo, no te llamaré Mamá. - dijo.

Luego extendió su mano cara a mi. La miré algo dudosa, quería tomar su mano pero...... AL CARAJO!!!! Cogí la mano decidida y me ayudó a levantarme.

Lo miré a los ojos, me miraba fijamente a los míos. Sus mejillas estaban coloradas, pero seguro que no tanto como las mías. Me sonrió y me guió como un caballero a la improvisada pista de baile y nos paramos en medio de la pista.



-Ehhh! PAREJITA, SONRÍAN!.-Dijo Roky con una cámara de fotos.

No sé el por qué todavía pero al escuchar eso Axel me cogió por la cintura arrimándome a él y sonriendo como había pedido Roky.

-Gracias y Eris, no saques la fiera que llevas dentro, sabes que es como una gran gatita Axel?.-me humilló mi amiga, giñándome un ojo. Con él sonriendo y yo nerviosa y roja como un tomate Roky sacó la foto.

-Así que una "mamá" y una gatita, me gusta.-Dijo para sí Axel sin soltarme.

-Axel, ya me puedes soltar.-Dije molesta.

 -No quiero, esta canción es para bailar pegados.-Dijo él.- Por eso la escogí.

-...-Estaba muy caliente, y mi corazón era una bomba de relojería.

La música siguió sonando, mientras, Axel me arrimaba más hacía él.

-Eris, deja de estar tan tensa, ni que fuera un pervertido. -Me dijo un poco molesto, creo.

-... -No contesté.

-Eris, ¿Qué quieres que te diga, si estás tan tensa? Me molesta que seas tan desconfiada.

 -No estoy tensa lo que pasa es que me gusta....-me equivoqué.-me gusta tener mi espacio personal.

-Error haber aceptado bailar conmigo, quiero que esta noche te la pases bien.

 -Por cierto, donde esta nuestra hija?.-Reí.

-Con su novio, voy a tener que sacar el rifle, ya ha crecido tanto.

-Yo sacaré la cámara, pienso grabar cada instante.-Reí.-Soy una mami metiche.

 -Y yo un padre sobre-protector no?

-Sip "papá"

-Sip Mamá.

-No me llames mamá.-Le protesté.

 -Vale mami.

 Bufé incomoda, me dio una vuelta, y me aferró un poco más a él después. Finalmente la canción acabó.

 -Deberíamos encontrar a Marye, papá no permitirá que Paolo se quede con ella, pero para mí mamá es la más linda.-Bromeó.

-Oye.!!!.-Protesté.

Axel me sonrió travieso, y yo, como estúpida, le devolví la sonrisa. Otra canción lenta comenzó a sonar cuando le iba a decir que buscáramos a Marye. Y me empezó a guiar al ritmo de la música. No lo hacía nada mal. Me sentía cómoda, aunque él pareciera desnudarme con aquella mirada azabache. Me relajé y Axel me apretó más contra él. Me seguía sonriendo con aquella sonrisa suya. Negué divertida y sonriente con la cabeza y le seguí el ritmo. Ambos nos movíamos tan rápidamente que no controlábamos ni coordinábamos nuestros movimientos, supuse que estaría bailando como si no estuviera ebria, estábamos muy pegados, pero me daba algo de espacio para bailar, ya que por fin, desprendió sus garras de mí.

 -Bailas bien.-Le oí decir.

 -Tú no te cortas.-Le reproché.

 -Gracias mami.-Me contestó acortando un poco de distancia. Gracias a nuestras risas, se me quitó la tensión y pude soltarme un poco más y empecé a canturrear la canción.

-Una vez que me enamoré, una vez que a la felicidad me encaminé, llegaste tú.- Repetí el estribillo.- Kiss me baby! Una vez que me enamoré, una vez que a la felicidad me encaminé llegaste tú.-Cerré los ojos y alcé los brazos.-Kisssss meeee babyyyyyyyy!.-Canté bien alto.

Sentí algo húmedo, justo en mi boca, justo allí, mus mejillas empezaron a enrojecer, abrí los ojos, me encontré con mus labios apresados por los de Axel quien estaba ligeramente inclinado. Este tenía los ojos cerrados. Se separó después de mí con una sonrisa en los labios victorioso. Fue un beso un poco fugaz pero tierno.

-Kiss You Babyyyyyyyy!.-Me dijo él.-Kiss Me gatita.-Dijo juguetón.

 La temperatura en mi cuerpo se empezó a subir, estaba ardiendo.

 -Si no me besas, lo hare yop.-Se acercó y hundió su boca con la mía.

 Esta vez, se prolongó el beso, me acercó más a él, sentí como su boca quisiera meterse en la mía, se torció un poco y apretó más nuestras bocas, sintió como me quejaba un poco al ser tan bestia y solo sonrió haciéndome cosquillas. Sentí como ambos seguíamos prolongando el beso, apretando ambas bocas hasta el momento en que su lengua quiso enredarse con la mía, le dejé entrar intrusó. Sin duda un beso salvaje. Pasé mis brazos en su cuello y el en mi cintura, luego, tomé yo la iniciativa. Me separé de golpe, después rocé mis labios por la comisura de los suyos y sonreí.

-Papá eres un chico malo.

-Y mamá una gatita peligrosa.

 -Vamos a buscar a Marye, ese imbécil es capaz de hacerla perder los estribos.-Dije.

 Ahora si nos retiramos, sentía la mirada de Eve como fuego sobre mi piel. Axel me agarró de la mano y me llevó fuera de la pista de baile. Buscamos a Marye con la mirada y la encontramos en un sofá con Paolo. Marye estaba encima de Paolo siendo abrazada por este. Al parecer el ataque de cosquillas del chico había parado. Extrañamente, Marye estaba tranquila entre sus brazos. Era una escena tierna, se miraban a los ojos. No quería estropear ese posible beso. Así que me di la vuelta y comencé a caminar, pero Axel tenía otros planes y me detuvo. De un tiro me atrajo hasta él y me abrazó para que no escapara. Parecía que se divertía.

 Le señalé a la pareja y le indiqué en un susurro que nos fuéramos. Me dijo que no con una sacudida de cabeza y sonrió picarón. " Espera quietecita" escuché de su boca un débil susurro mientras me soltaba y sigiloso se acercaba a la pareja. Acaso tomaría venganza? Para mi que sí. Desde el otro lado del sofá y con un empujón en Marye unió los labios de la pareja. Rápidamente cogí una cámara de fotos y capturé la escena. El primero en cerrar los ojos fue Paolo, que apretando a Marye entre sus brazos sonrió. Marye por su parte estaba roja, pero al poco tiempo cerró los ojos y le devolvió el beso al castaño. Estaba tan concentrada sacando fotos a la pareja que no me di de cuenta de que Axel se había acercado a mi por las espaldas.

 Pero pronto me di de cuenta. Cuando me abrazó por detrás y apoyaba su mentón en mi hombro. Lo dejé estar en esa postura. Porque verdaderamente me gustaba. Seguía tranquila hasta que me sopló aire caliente de su boca en la oreja. Mis mejillas se calentaron y apoyé la cámara en la encimera de la cocina, que era donde estábamos.

Con Marye y Paolo:

La joven pareja aún no se había separado. Pero la postura de sus brazos había cambiado algo. Paolo tenía enredada una de sus manos en el largo pelo de Marye, profundizando el beso. La otra mano estaba en la estrecha cintura de la chica y, como la otra mano, la pegaba más a él. Marye por su parte tenía una mano en el hombro del chico y la otra en la mejilla de este. Los dos luchaban con sus lenguas como si la vida le dependiera de ello. Llevaban mucho tiempo esperando ese momento, aunque no lo admitieran. Se separaron por la falta de aire en sus pulmones. Marye estaba roja como un tomate e intentaba decir algo, pero solo tartamudeaba.

- Espero que recuerdes esto, Enana - dijo entrecortadamente Paolo por la falta de aire.

Aún así sonreír era lo único que hacía.

- Da....Daisuki...... - logró decir Marye en un débil susurro.

Pero Paolo alcanzó a escuchar y el corazón se le aceleró. Sus mejillas se sonrojaron y miró incrédulo a Marye. Mas sus ojos no mentían. Eufórico, Paolo volvió a besar a la chica. Pero esta vez fue un beso más fugaz, pero a la vez con Marye participando desde el principio. Paolo se incorporó rápido llevando a Marye con él y se dirigieron a la pista de baile, donde aún sonaba una canción lenta. Bailaron y bailaron. Los ojos de una cansada Marye se iban cerrando mientras estaba apoyada en el pecho de Paolo. Este sonrió y la tomó en brazos. Preguntó la habitación de la joven y la llevó hasta su cama. Recostándola y tapándola con las sábanas. La observó dormir un rato y se acercó a ella. Con las yemas de los dedos le acarició tiernamente la mejilla y depositó un beso en su frente para luego marcharse.

Narrador:

 En la salida del chico de la habitación, una peli-azul, le esperaba muy cabreada, necesita ba saber que había pasado.

-Paolo, que te traes con Marye?.- Eris estaba mirando a Axel.

-Vamos desembucha. Mamá y papá quieren saber que paso.

 -Nada, solo que ella por fin admite que esta enamorada de mí.-Dijo engordando su ego.

 -Creo que es al revés.-Dijo Axel.

 -Ella y yo no somos combatibles, no duraremos ni dos semanas, no saldré con ella, recuerden que ella es la antigua Marye. La verdadera, jamas me querría y no me quiero arriesgar a que me odie más.-Dijo arrancando las palabras de su triste corazón.

-Paolo, a ella le gustas, y mucho.-Dijo Axel.

 -Tanto como os gustáis vosotros no...-Dijo.

-La verdad, esque creo que estáis igual que nosotros. -Dijo Eris.

 -Pero ella jamás me ha besado. Solo lo continuó o algo así.- Dijo decepcionado.

-Me duele verte así ...-Dijo Axel.- Deberías declararte.

 -Co-como que declararme?.-Preguntó horrorizado.

 -Estoy de acuerdo.- Apoyó Eris. -Debes hacerlo.

 -Y que le digo?.-Paolo estaba rojo.

-Tú observa.-Le dijo Axel.

 Con suma delicadeza, le dio una sonrisa a Eris, mientras, se le ponía de rodillas, Eris estaba rojisima, verdaderamente nerviosa y con el corazón que se le salía del pecho. TODO gracias a Axel Blaze.


 -Eris, quiero darte las gracias, por todo este tiempo, no fue mucho, pero me gustas mucho, gracias por hacerme sentir de esta manera, y gracias por ser la madre de Marye conmigo, sino no podría solo, gracias a todo esto me dí cuenta de que no necesitaba alguien que gustase, sino alguien con quien compartiera el gustarnos, el soñarnos y el crear un futuro juntos, aun que seamos jóvenes, quiero que estés a mi lado.-Pausa tomate Axel.-Algún día puede que seas la madre de nuestro segundo hijo.-Rió.- espero que no nos salga tan indecisa como Marye.

 -HAI.-Eris miró bobamente el techo y se sentó en el suelo.-Daisuki baka.-Se dijo para si. -Así se le confiesa a alguien los sentimientos. Paolo te toca a ti. Aquí y ahora, y haz que recupere la memoria plis.-Rogó Axel, tomando a Eris en brazos.

-Axel, quieres salir conmigo?.-Preguntó Eris sonrojada.-Y no me vengas con que tendrías que preguntarlo tu, soy yo la que te lo pide, vas a ser mi novio si o no?.-Eris miró a Axel decidida a plantarle una bofetada si no contestaba

 -Si, si que quiero.-Contestó para luego besarla.

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 Paolo tomó aire y miró por última vez a la pareja que le había ayudado, aún estaban besándose. Suspiró y abrió decidido la puerta del cuarto de Marye, su pequeña amada. Se acercó a ella y se arrodilló al lado de su cama. Justo enfrente de su cara. Sonrió como un bobo y le tocó la mejilla con la punta del dedo. Marye arrugó la nariz molesta, pero no se despertó. Paolo se reía por lo bajo de la dulce cara que tenía ahora mismo la chica. Nuevamente volvió a pinchar la mejilla y susurró su nombre. Marye se revolvió en su cama, el nombre del chico seguía aun en sus labios, repitiendo se entre muchos susurros. El resultado casi fue el mismo. Solo que ahora Marye dijo algo por lo bajo:

- Paolo...... - dijo en un suspiro Marye.

 Paolo, la miraba, ella era singular, pero de aspecto corriente, ojos marrones y pelo ondulado y marrón. Comuna por fuera y especial por dentro. Aún así le gustaba. Su conversión delgada y pequeña, era perfecta para confundirla con la niña que ahora pensaba que era, aun que, en el fondo sabia que era una adolescente.

-Ma-rye...-La llamó el chico.

 -mm...-Respondió molesta.

 Tras unos largos minutos de pincharla para que... se despertase, lo hizo. El oji-azul, tomó aire, poco convencido de lo que iba a decir.

- ohaio...... Paolo-kun - Marye bostezaba mientras se incorporaba en la cama.

 - Ohaio, Marye. Puedo sentarme? - preguntó el castaño señalando la cama de la chica.

- hai..... - respondió esta antes de volver a bostezar.

El chico se sentó como los indios y se quedó enfrente a Marye. La miró a los ojos con ternura. Aquellos ojos cansados se esforzaban por mirarlo y no cerrarse. Pero le era algo difícil. Paolo sonrió. De verdad parecía una niña pequeña.

- Marye, no te quedes dormida. Tengo algo que decirte. - dijo Paolo.

- Solo si me das un beso - dijo sonriendo Marye.

 Aquella petición sorprendió a Paolo, pero no tuvo reparo ninguno en hacer lo que la chica le pedía. Se acercó a ella y la beso. Era un beso corto pero bastante tierno. Cuando Paolo se iba a separar Marye lo abrazó por el cuello y no dejó que se separara. Cuando les faltaba el aire se separaron un poco, ya que los brazos de Marye no la dejaban separarse mucho del chico. Paolo estaba agitado. Su respiración y sus pulsaciones aumentaron. Y su peor error fue mirar de nuevo los labios de Marye. De los cuales colgaba un hilo de baba que se unía en las bocas de ambos. Paolo cerró los ojos con fuerza. Se veía tan irresistible!!! Pero tenía que controlarse. Con sumo cuidado Paolo estrechó la pequeña mano de Marye entre una de las suyas. Con la otra mano libre le acarició el pelo, enredándose en la melena de la chica. Pero a esta parecía no importarle. Tenía la mirada fija en la de Paolo. Al parecer el beso le había sacado el sueño.

 - Marye, quiero que recuerdes esto. De acuerdo? - Marye asintió con la cabeza - Bien, lo soltaré todo de golpe. - Marye volvió a asentir mientras Paolo tomaba aire. - Marye, desde chiquitos me llamaste la atención. Eras especial, por fuera eras como una chica normal. Como el resto, pero por dentro eras totalmente especial y distinta. Y eso me llamó la atención. Sin que te dieras cuenta empecé a investigar sobre ti. Y gracias a eso te comprendo en muchas cosas. Y me intrigaste. Sin darme de cuenta, cuanto más tiempo estaba contigo más me iba enamorando de ti. Pero nunca me di de cuenta. Hasta que un día me empezaste a odiar. No sabía el por qué, y me dolió el simple echo de pensar que ahora que habíamos crecido me odiaras. Entonces te fuiste. Ahí me di de cuenta de que te quería. No - Paolo sacudió la cabeza - de que te amaba....... Te amo Marye, y eso no va a cambiar. Aunque me odies. Aunque después de un rato vuelvas a ser la de siempre..... estaré a tu lado. Cuidándote, protegiéndote y queriéndote.

Marye se quedó sin palabras. Y fue justo en el instante en el que Paolo la abrazó y escondió su cara en el cuello de la chica cuando empezó a recordar. Las lágrimas salían sin control de sus ojos y se aferró a la espalda del chico.

- AISHITERU, BAKA. - gritó Marye.

 La Marye de siempre había vuelto.

- Me alegra de que volvieras, Marye - susurró Paolo en el oído de la chica.

 Esta se estremeció por las cosquillas que le acababa de hacer. Rio un poco entre lágrimas y sintió como Paolo se separaba de ella. La miró a los ojos con una expresión sincera y dulce y le secó las lágrimas. Marye solo pudo sonreír y agarrarse a su cuello.


- por fin, baka..... he estado esperando mucho a que me dijeras eso..... porque yo no era capaz de decírtelo aunque fuera una simple frase - se separó y lo miró a los ojos - Te amo, baka.

Paolo, sin poder resistirse la besó. Notó como Marye respondía rápido y le seguía el ritmo. Al separarse los ojos de Marye comenzaban a cerrarse de nuevo.

- Paolo, duerme conmigo. No quiero quedarme sola. - dijo con los ojos cerrados Marye, que agarraba la mano del chico.

 - De acuerdo.

 Dicho esto se acomodó en la cama con Marye y la rodeó con sus brazos volviendo a caer en el sueño.

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En la parte de atrás del edificio, ocultos de miradas curiosas, dos jóvenes se refugiaron, aguardando a que saliera el Sol. La luz de la luna, se introducía en un pequeño traga luz, que poseía el habitáculo, más tarde, alumbraba, tenue-mente, las caras de los empalagosos enamorados. Uno de ellos, la chica, bostezó por segunda vez en la noche, se notaba cansada, contenta y enamorada. Por otro lado, el chico, admiraba a Eris, la examinaba a cada detalle, cada cabello turquesa, cada doblez de su ropa, tanto que hasta se dio cuenta de que los ojos de Eris eran de un color más claro cuando salía la Luna a alumbrarla como un farolillo ambulante que la seguiría a donde fuera.

 -Eres muy linda.-Dijo al oído de la dama la somnolienta

-No me sea pelota caballero.-La muchacha rió.

-Si vuelvo a hacerte la pelota, espero que me torturen a besos.-Bromeó Axel.

-Eres un creído.

-Un creído que es tu novio y lo adoras a que si?.-Axel estaba elevando su autoestima a niveles atmosféricos.

 -Sip y como tu novia, te ruego, que dejes de hacerme la pelota y de ser tan estilo mujeriego, necesito. Que estés conmigo y todo lo demás, no me gusta que seas tan imbécil. -Le confesó Eris.

 -Solo quise impresionarte con mi torpe sentido del humor.-Se encogió de hombros. -Me gustas mucho.

-A mi también me gusta y creo que... después de todo, me va dar igual si me haces la pelota te voy a seguir queriendo y si me engordas más el ego, mejor que mejor.

-Olle... dejémonos de tonterías, hay algo de lo que quería hablarte Eris... Que sucede si Marye no recupera la memoria, harías de madre conmigo?.-Preguntó Axel. -Es algo incomodo, pero me gusta imaginar que un día tendremos una familia.

-Yo...yo... si quiero.-Eris se acercó un poco a Axel.-Es tentador besarte.

 Axel se sonrojó monumental-mente.

-Hay otro tema del que quiero hablarte, ven.-Tomó la mano de su chica y se la llevó al final del sitio.

Escondidos, tras unas mantas, unos maullidos, hicieron que Eris se sobresaltase.

-Que hay allí Axel?.-Preguntó la chica.

Su novio no contestó, solo destapó la manta y dejó a vista a tres jóvenes gatitos. Uno era de pelaje blanco y gris, atigrado, y de ojos color violeta, con una de sus oreja lastimadas, y con un lazo verde en el cuello. El segundo, era un poco más rellenito, de pelaje marrón, negro, y blanco, a manchas y unos ojos verdes esmeralda, este tenía un cascabel en el lazo azul que portaba. El tercero era casi todo negro, pequeño y de orejas raramente blancas, con una nariz de color rosa, mientras que sus ojos era de un verde turquesa, igualitos a los de Eris, este portaba un lazo blanco en el cuello. Los tres gatitos sonrieron a Eris con su sonrisa gatuna, eran preciosos.

 -No sé que nombres ponerles...me ayudas?.-Preguntó el chico.

 -SIIII!.-contestó Eufórica la capitana del equipo femenino. -Primero.puedo cogerlos en brazos?.-Preguntó. Axel asintió feliz. Eris tomó al pequeñín del lazo blanco, le miró a los ojos y Eris se enamoró de él al instante, a Axel le había salido un serio competidor. -Como es que están aquí?.-Se sentó en el suelo a acariciar al Neko.

 -Los encontré hace unos días mientras paseaba con mi hermana, estaban solos y decidí cuidarlos... quieres ser su mami?.-Preguntó acentuando la palabra Mami.

Eris se levantó con uno de los gatos entre los brazos y se lo puso en la cabeza a Axel. El pelo del chico se vio aplastado por el gato pelirrojo atigrado. Este no hizo nada, sólo miró divertido a la capitana femenina y miró a los otros dos gatitos.

- Vamos, los llevamos a tu cuarto. - Dijo acercándose a ella.

 - Enserio? - el muchacho asintió - gracias - dijo la chica comenzando a saltar de alegría.

Cogió a los otros dos gatitos y comenzó a caminar con Axel detrás. Cuando llegaron al cuarto de la chica la tigresa recibió a los gatitos a lamentazos. Los dos jóvenes se rieron al ver a la maternal tigresa.

 - Me han robado el puesto, jejejeje - dijo la chica riéndose.

- Mentira, tú seguirás siendo mi mamá favorita.

 Mientras decía esto Axel había abrazado por la espalda a la chica, como había echo en la cocina, y le besaba el cuello con pequeños y cortos besos. Eris le agarró las manos que estaban agarradas en su vientre, es decir que Axel la había rodeado y se agarraba las manos a la altura de su barriga, y susurró su nombre intentando soltarse del tierno abrazo para verlo de frente. Cuando fue capaz de hacerlo rodeó con sus brazos el cuello del chico y lo besó. Axel rodeó su cintura y la pegó más a él, profundizando el beso. Rápidamente el beso se empezó a tornar a más furioso, sus lenguas batallaban una guerra en sus bocas que ninguno de los dos quería perder. Pero la falta de oxígeno se hizo presente y se separaron unos centímetros, jadeantes. Axel sonrió y le dio un fugaz beso mientras se alejaba de ella para irse. Eris lo detuvo agarrándolo del brazo y le dijo que se quedara. El chico, colorado, le dijo que se quedaría, pero que se iba a poner el pijama. Al poco rato volvió con solo unos pantalones de verano largo flojos de color naranja, sin embargo la parte de arriba del pijama no la traía puesta.

 Ella por su parte tenía un pijama de dos piezas. La parte de abajo era un pantalón azul cielo cortito y con dibujos de nubes. La parte de arriba era de asas y hasta media barriga. También era de color azul cielo, pero entre las nubes tenía dibujos de pájaros. A vista del chico era un pijama sencillo, bonito y muy muy sexy.

 Ella estaba de espaldas a él, buscando una cosa en un cajón de la mesilla de noche. Axel se acercó y la miró de arriba abajo antes de abrazarla por la espalda. Eris, del susto, casi pega un grito. Pero se dio de cuenta de quién era y se relajó. Lo que Eris había estado buscando era un peine. Siempre se cepillaba el largo pelo antes de dormir. Sino por la mañana estaba lleno de nudos. Axel la soltó mientras ella se sentaba en el borde de la cama. El chico, de pie, observaba cada movimiento de su novia. Sonriente se acercó a su lado después de que esta se soltara el pelo y se sentó a su lado. Sonriente le sacó en un movimiento rápido el peine y le pidió que se sentara delante de él en el suelo.


Eris, visiblemente confundida, lo hizo. Cuando se sentó pudo sentir las manos de Axel agarrando delicadamente su pelo mientras la cepillaba. Nunca en su vida le había pasado eso; algunas veces, cuando era más pequeña, su hermano la peinaba. Sus mejillas se sonrosaron en un débil tono rosado que le daba un aspecto infantil. Las manos de Axel trabajaban expertas en su largo pelo. Después de cinco minutos el chico le pidió que se levantara. Lo hizo y se dio la vuelta quedando frente a frente con él. Sonreía de oreja a oreja.

 - Me gusta tu pelo - dijo cogiendo un mechón de pelo y oliéndolo.

La chica se puso más colorada por la acción del chico.

- Peinas muy bien - le dijo ella en un susurro.

- Gracias, siempre me ha gustado peinarle el pelo a mi hermana. Es práctica.

 Eris, después de mirar detenidamente al chico se comenzó a poner roja como un tomate. El torso desnudo y musculado de Axel era la razón. Es que no sabía el concepto de Pijama?  Avergonzada, se dio la vuelta y se tapó la cara con las manos. Estaba caliente, muy muy caliente.  Axel la observó y quedó extrañado por su comportamiento. Fue entonces cuando se miró y se dio de cuenta de que con la costumbre no se había puesto la parte de arriba. El que se puso rojo ahora fue él, y en un suspiro salió de la habitación y volvió con la parte de arriba del pijama

-H-hola.-Articuló la peli-turquesa tímidamente.

 - Go-gomen. Es la costumbre, normalmente solo estamos nosotros y Tori y las chicas ya están acostumbradas - dijo el chico mirando a otro lado colorado y rascándose la nuca, nervioso.

 -No pasa nada.- Indicó Eris.

 Eris bostezó, el sueño que la apresó fue tal, que se levantó tambaleante y se desplomó en la gran cama, Axel rió.

 -Si que estabas cansada - Eris resopló ante el comentario.

 -Si, lo estaba. -Contestó casi por reflejo.

 Axel observó a la chica. Parecía cansada, muy cansada. Sonrió y se tumbó a su lado. Su cuerpo estaba de lado, cara a ella, su codo se apoyaba en la cama y con su mano sostenía su cabeza.  No apartó su vista de ella. De su cara fue bajando la vista de arriba a abajo. Y cuando llegó a la pierna vio algo que no le gustó. Una venda en la pierna derecha.

- Y esa venda? - preguntó molesto y preocupado.

 - Es la pierna que más daño sufrió en el accidente, el doctor me dijo que la mantuviera vendada hasta que cicatrizara la herida. No es nada grave - contestó.

Gracias a la última frase el chico suspiró de alivio, pero no sabía que esas últimas palabras estaban teñidas de mentiras. A Eris le dolía horrores esa pierna al correr o al chutar. Sin embargo, no había dicho nada. Ni siquiera a Axel, no quería preocuparlo.  Después de esto abrieron la cama y se metieron dentro. Axel abrazó a Eris por la cintura y ella se acurrucó en su pecho, quedándose dormida. 

----------En la fiesta--------:

 En la fiesta también había notables parejas, había chicos solos o en grupo hablando.... Era un buen ambiente, y nadie se había preocupado por la gente que faltaba. Ya era la 1:45 de la madrugada. Y el partido de mañana, por suerte, era por la tarde, a las 6.

 En el sofá, jugando a Resident Evil, estaban Eve y Nathan luchando contra los zombies en equipo. Por otro lado, en la cocina estaban Andy, intentando zamparse todo, y Darren intentando que no los dejara sin comida. Angy estaba con su ordenador creando un vídeo mientras Fey la miraba impresionado. Aki seguía leyendo un libro, al parecer estaba enganchada al libro y no podía despegarse de este. Xavier estaba detrás de ella, apoyado en el sillón en el que se encontraban; él también leía. Cris intentaba aprender inglés con Kruger, su pronunciación era algo mala y siempre que se equivocaba Kruger le estiraba los mofletes. Los dos estallaban a carcajadas. Nerea y Shawn probaban distintos tipos de helados, mezclándolos y probándolos. La cara de Nerea estaba llena de Helado de Chocolate y la de Shawn de Vainilla. Yara hablaba relajadamente con Byron cerca de la ventana. No se sabía de qué hablaban pero Yara no paraba de reír.

----------------Con Eve y Nathan-----------:


Narra Nathan:

 No tenía ni la más mínima idea de como se jugaba en el juego. Siempre era comido por los. Zombies que nos perseguían, por lo que era un plato de sesos fácil de conseguir. Y no me gustaba. Eve era muy buena en el juego, y a veces me cubría la espalda. Pero otras me dejaba a la merced de los No Muertos.


GAME OVER

 Las palabras del juego resonaron en mis oídos aclarando mi clara derrota. Cabreado tiré el mando al suelo y me crucé de brazos, cabreado. Eve me miró con una sonrisa de oreja a oreja y cogió mi mando, poniendo en pausa el juego. Se acercó a mi y me lo tendió. 

 - Así no me sirves de nada. Deja que te enseñe a jugar. - Me dijo sonriente. - Anda déjame sitio. 

 Sin darme tiempo a reaccionar Eve se hizo un hueco entre mis piernas y se sentó, quedando de espaldas a mí. Cogió mis manos y las puso en el mando y luego, recostando su cabeza en mi pecho, puso sus manos encima de las mías. Rápidamente cambió los controles del juego a un jugador. Mientras movía sus dedos entre los míos me iba hablando de las jugadas que hacía y de lo que tenía que hacer. Aunque la verdad es que no le hacía mucho caso. Estaba completamente rojo en la zona de las mejillas y tenía cosquillas en los dedos cada vez que ella movía los suyos. Su largo pelo era como una manta, y también me hacía cosquillas en mis desnudos brazos. Haciendo que temblara de vez en cuando. Pero ella parecía ajena a todo eso.

Después de las explicaciones de Eve conseguí aguantar más sin que me mataran y ella cogió su mando, sin salir de la postura en la que estábamos. Iba a quejarme pero... ¿Para qué engañarnos? Me encantaba aquella postura y ella ya había comenzado con el juego.


---------------- Con Andy y Darren--------: 

 Narra Darren: 

 Ahora mismo estaba agarrando a Andy de la cintura. No piensen mal. Lo hago por el bien de todo el mundo. Se quiere comer todo lo de la despensa. La cargué al hombro e intenté salir de allí. Pero ella se agarraba al marco de la puerta con afán y me resultaba imposible hacerlo. Cansado la bajé y me puse delante de ella. Error mío. Pegó un salto y los dos acabamos en el suelo. Yo en el suelo y ella encima mía. Se sentó encima de mi barriga rápidamente y estiró los brazos hasta alcanzar un paquete de Pockys. Aproveché que estaba distraída para levantarme y sacarla arrastras de allí. La levanté, una vez en la cocina y miré que estaba llorando. Me quedé congelado. No me gustaba ver a las mujeres llorar, y mucho menos a Andy. Ella era demasiado guapa y alegre como para llorar. 


 - No llores Andy... 

 - Pues juega conmigo a los Pockys. Quiero jugar y comer. Y este es el juego perfecto -dijo ella inocentemente.

 Me puse rojo como un tomate y asentí nervioso. Ella puso una punta del Pocky en sus labios y cruzó sus brazos por detrás de mi cuello. Estaba de los nervios. Pero aún así puse mis manos en su cadera y cogí con mis labios la otra punta del Pocky. De un mordisco Andy ya se comió la mayoría del palito y no pude evitar ponerme rojo. Yo también pegué un mordisco y ella continuó rápidamente. Ya casi no existía el palo del Pocky. Con un mordisco de mi parte junté mis labios con los de ella. Sabía a chocolate, y no sabía si era por el Pocky o por que ese era su sabor. Pero lo que sí sabía era que me gustaba. Cerré los ojos y la acerqué más a mí.

 Cuando se nos acabó el aire nos separamos y Andy rápidamente puso otro Pocky en sus labios y me sonrió con uns mirada desafiante. ¿Quería guerra? Guerra tendría.


----------Con Xavier y Aki--------: 

 Narra Xavier: 

 Estaba leyendo con Aki aquel libro, la verdad es que me había gustado. Aunque creo que ella no sepa que estoy leyendo el libro justo apoyado en el respaldo del sillón sólo con la cabeza. La veo muy concentrada. Es tan guapa.... Me encanta su pelo rojo y sus ojos del mismo color. Aunque de tanto verlos me he dado de cuenta de que son unas lentillas de ese color rojo chocolate, pero creo que ese color chocolate es su verdadero color de ojos. Le preguntaré..... Mañana.... 

Narra Aki: 

 Estaba tan tranquila leyendo mi libro cuando algo me hizo cosquillas en la oreja. Entonces aparté mi vista del libro y lo miré. Xavier se había quedado dormido de pie, con la cabeza y los brazos apoyados en el borde del respaldo del sillón. Lo observé. Se miraba tan tierno así dormido.... Pero me daba pena verlo así, y seguramente por mi culpa. Le pinché la mejilla con el dedo con la intención de despertarlo y no funcionó. Pero puso una cara de lo más graciosa. Probé suerte nuevo y un precioso ojo azul me observó. Parecía cansado.

 - Venga - dije indicándole que se sentara en el sillón. 

 Había sitio de sobra para hasta tres personas. Xavier aceptó mi invitación y se sentó contra el brazo del sillón. Luego me acosté yo entre sus piernas apoyando mi cabeza en su pecho. Pude notar como su cuerpo se puso tenso. Pero cuando me empezó a acariciar el pelo se relajó. Y yo caí en los brazos de morfeo.

----------------------- Con Cris y Kruger -----------------:

Narra Cris:

Me encontraba en el sofá con Kruger y Dylan, observando, aprendiendo inglés. Pero debo admitir que soy pésima. Cada vez que me equivocaba al decir una palabra Kruger me cogía de los mofletes y me los estiraba hasta que lo dijera bien. No hará falta decir que Dylan se descojonaba de risa mientras nos miraba, aunque a veces desviaba su atención a la televisión.

- A ver, Cris. -Decía Kruger.- Canta, yo que sé, una canción que te guste.

- De acuerdo. -Dije, y comencé a cantar:

Can I call, wake you up on a sunday. 
Late night, I think we need a getaway. Head lights, hold tight turn the radio loud.
Let me know where to go and I'll get you there.
Tell the truth and I'll show you how to dare.
Flash lights held tight we could own this town.
Never say goodbye.

And so kiss me, kiss me, kiss me
And tell me that I'll see you again
'Cause I don't know,
If I can let you go

And so kiss me, kiss me, kiss me
I'm dying just to see you again
Let's make tonight
The best of our lives,
Yeah.


Iba a seguir cantando cuando algo me hizo callar, más bien alguien. Kruger estaba, estaba... ¡¡¡ESTABA BESÁNDOME!!! No me lo puedo creer, es un contacto tan dulce... Le sigo el beso hasta que nos separamos por la falta de aire. Él está sonriente mientras me mira y yo estoy roja a más no poder mientras lo miro. ¿Por qué me ha besado?

- Me pidiste que te besara. -Dijo él leyéndome la mente, mientras me miraba, aún sonriente.

- Y-y-yo-yo..... no sé qué decir.... -Dije mientras agachaba la cabeza, avergonzada de mí misma.

- Eres muy graciosa, ¿lo sabías? -Dijo Kruger mientras me cogía el mentón con su mano y me "obligaba" a que lo mirara a los ojos. -Debo decirte que me ha gustado mucho.

Me puse aún más roja si es posible y empecé a tartamudear, haciendo que él se riera.

- Tengo que darte clases de inglés más a menudo. -Dijo Kruger entre risas.

- Sí... -Dije al fin, sonriéndole mientras me reía con él.



---------------------------Con Angy y Fey---------------------:

Narra Angy:

Me encontraba en mi ordenador, preparando un vídeo para subirlo mañana a YouTube. Siempre me había gustado esto de hacer vídeos y la verdad es que me estaba empezando a poner nerviosa. ¿La razón? Fey. Sí, Fey. Ahora mismo se encontraba detrás mía, con sus brazos apoyados en el respaldo de mi silla y observaba cada cosa que hacía con detenimiento. Eso era lo que me ponía nerviosa. Aún así, tenía curiosidad de si le gustaba mi trabajo. Así que decidí preguntarle:

- ¿Te gusta? -Pregunté señalando el vídeo.

Fey se me quedó viendo un rato y luego desvió la pantalla a mi ordenador, observando el vídeo. Al poco tiempo habló.


- Me encanta, eres muy buena en esto. Tienes que enseñarme algún día de estos. -Dijo, esta vez, mirándome a los ojos.

- Gracias, por supuesto que te enseñaré. Literalmente, aparte del fútbol, esta es mi vida.

- Me gustaría entrar en ella.... -Murmuró en un susurro Fey, mirando a otro lado.

Espera, ¿He escuchado bien o es que mi asombrosa imaginación me está jugando una mala pasada y ha entendido lo que siempre a  querido escuchar? 

Me pongo roja al instante y para disimular sigo con lo que estaba haciendo.


------------------------- Con Nerea y Shawn--------------:


Narra Nerea:

La tarrina de helado de chocolate se estaba acabando, y la mayoría de helado la tenía yo por la cara. A mi lado Shawn estaba igual que yo sólo que con helado de vainilla. Me empecé a reír de él mientras le señalaba la cara con la cuchara. Me estaba empezando a quedar sin respiración y las lágrimas brotaban de mis ojos. 

- ¿De qué te ríes, mona? -Me dijo Shawn mirándome.

- De ti, pareces un payaso.

- Anda que tú, mírate. -Se acercó a mi mientras me señalaba con la cuchara. - Tienes toda la cara marrón, como si te hubieras caído en una cagada de perro de morros.

- Anda que tú, es como si te hubieras caído de morros en la nieve y te la hubieras comido como si de un granizado se tratara.

Empezamos a insultarnos, con cariño, sobre nuestras caras. Ahora mismo Shawn se estaba enrollando tanto en un "insulto" que me estaba empezando a aburrir, así que decidí callarlo. Le agarré por la camiseta y lo acerqué a mi mientras le lamía el helado de la cara, pasando por la comisura de sus labios. Y conseguí lo que me propuse: Se quedó de piedra y dejó de hablar. Me miró todo colorado y al ver que yo lo miraba con cara desafiante se acercó a mi e hizo lo mismo. Entonces nos descojonamos los dos de risa, hasta que escuchamos la voz de Dylan a nuestras espaldas.

- Pero besaros ya de una vez.

Y entonces, sin que yo me lo esperara, Shawn decidió seguir su consejo y lo hizo. Me besó, haciendo que los sabores de los helados se mezclaran en nuestras bocas... Y yo simplemente me dejé llevar en ese beso.



----------------- Con Yara y Byron-----------------:

Narra Yara:

No podía evitar echarme a reír con los comentarios graciosos que hacía Byron. La verdad es que pensaba que era un chico serio y poco hablador, pero ahora que lo conozco mejor me he dado de cuenta de que es muy guapo y agradable. Él se encontraba al lado de la ventana, recostado contra la pared mientras hablaba conmigo. Yo estaba de pie a su lado, y la verdad es que el frío estaba empezando a apoderarse de mi cuerpo por culpa del fresco que desprendía la ventana. Me auto-abracé para darme calor y Byron lo notó. Por lo que se sacó su chaqueta y me la puso a mí encima.

- Gra-gracias... - Le conseguí decir en un susurro, agarrando la chaqueta.

- De nada, no quiero que te enfermes. -Me dijo.

Las palabras no salieron de mi boca, pero mi rostro se sonrojó. Lo podía notar, y él también. Puesto que se rió un poco y sacudió la cabeza como negando con una sonrisa en la cara.

- Eres demasiado guapa para enfermarte, aparte tienes un partido importante por delante. - Me volvió a decir.

Si antes estaba roja ahora debía parecer un tomate. ¿Me había llamado guapa? No me lo podía creer.





THE END

Atte: Eris Hatsune