Llovía, una lluvia suave; que poco a poco se fue tornando a más fuerte con el transcurso de una hora escasa. Los chicos que estaban en el campo jugando una pachanga entraron a las prisas en la vivienda. Pero faltaba alguien, más bien dos personas. El delantero de fuego estrella del Raimon y la delantera y capitana de fuego de las chicas eran las dos personas que faltaban. El entrenador los había visto dar una vuelta por donde estaba el instituto. Pensó que a lo mejor estaban allí, resguardandose del frío y la lluvia.
Dentro del recinto donde estaban los chicos y las jugadoras había un completo caos. Las chicas, que antes miraban la película, ahora lloraban a mares. Los chicos que estaban con ellas sin embargo se reían por la reacción de sus amigas. Las gerentes del Raimon estaban volviendo a cocinar las bolitas de pulpo que sus compañeras se habían comido en unos minutos. Eso si, los chicos las mantenían alejadas de la cocina y de la despensa. Eran como un saco sin fondo. Aki seguía tan enfrascada en su libro que no se dio de cuenta de que Xavier estaba detrás de ella inclinado leyendo el libro en silencio. Angy y Angy estaban jugando en la play a un juego de guerra una contra la otra. Y se lo tomaban muy en serio.
--------- En otro lugar--------
Tornemos el reloj a una hora antes y cambiemos el escenario.
Narra Axel:
Estaba enseñandole el instituto ( que estaba a menos de 500 metros del albergue) a aquella peli azul que había seguido anteriormente hasta fuera. Llovía poco, lo que era perfecto para refrescar el cuerpo. Yo me puse mi capucha, pero Eris no tenía capucha con la que abrigarse. Y ni siquiera habíamos cogido paraguas. La observé. En su largo pelo turquesa reposaban las gotas de lluvia que parecían rocio esparcido en la hierba. Noté como se me empezaba a calentar el cuerpo y aparté bruscamente la mirada de ella avergonzado. Era un sentimiento extraño, pero por una parte me gustaba. Miré nerviosamente mis pies a medida que mis pulsaciones iban en aumento. Por qué me pasa esto? Y por qué sólo con ella? Preguntas de ese estilo recorrían mi mente mientras intentaba controlarlo aquel sentimiento. Sabrá alguno de los chicos qué me pasa o mejor le pregunto a mi padre? A lo mejor él sabe más de esto. Bueno ya le preguntaré en otro momento. Miré de reojo a Eris. Se había detenido enfrente al pequeño cobertizo donde empezó todo. Se acercó curiosa y acarició la madera con la inscripción sacándole así todo el polvo que tenía. Cuando la leyó para si sonrió y me miró. Yo le correspondí la mirada y estuvimos así largo tiempo.
- Te trae recuerdos este lugar? - preguntó Eris.
Sonreí con un gesto de añoranza y me acerqué a ella. Hasta ese momento tenía las manos en los bolsillos de la chaqueta, los saqué lentamente y toqué la madera de inscripción. Ella me miraba atenta. Un ruído nos sobresaltó, era la alarma del reloj avisando de que eran las 12 de la noche. Ella se empezó a reír sin motivo y la miré extrañado. Al ver mi cara me explicó:
- En unos segundos será mi cumpleaños.
La miré estupefacto. Mañana era su cumple???? Bueno mejor dicho en un minuto con dijo ella. Miré de nuevo el reloj. Las 00:01. Ya era su cumpleaños. Sonreí.
- Sabes? Siempre me gustó ser el primero en felicitar a la gente en su cumpleaños - comencé a decir - así que... - su móvil sonó.
----Llamada telefónica---
- Holaaaaa Erissss.... FELICIDADES EN ESTE DÍA TAN ESPECIAL PARA TI - colgaron.
--- Fin llamada telefónica----
- jajajaja pues parece que no eres el primero - dijo riéndose.
- Pero si el primero que te lo dice en persona - me acerqué a ella y la abracé, agaché la cabeza y le dije al oído - Felicidades.
Me correspondió el abrazo agarrando con las manos mi chaqueta y escondiendo la cabeza en mi pecho. Ojalá este momento durara para siempre. Pero la lluvia lo estropeó todo. La lluvia era cada vez más fuerte y noté como el cuerpo de ella se mojaba. Miré al cobertizo. Dónde estaban las llaves?.... Ahora lo recuerdo!!! Estiré el brazo por encima de la puerta y alcancé las llaves. Con el brazo que tenía alrededor de la cintura de Eris la aparté a hacia la puerta usando mi cuerpo para que ella no se mojara más. Abrí a puerta y nos metimos dentro. El aire empezó a soplar con fuerza y tuvimos que cerrar la puerta. Estábamos empapados de arriba abajo.
- Recuerdo que por aquí había una estufa y algunas mantas. - murmuré mientras buscaba lo que había dicho.
Ella me observaba, estaba titiritando de frío. Tenía que encontrar rápido las cosas para poder secar la ropa. Ahí estaba la estufa, la cogí y la enchufé. La coloqué delante de ella y seguí buscando. Encontré unas cuantas toallas y una manta. Le pasé la manta a ella mientras me sacaba la chaqueta y la colocaba cerca de la estufa. Me dejó un sitio a su lado y me senté.
- Tienes que secarte ese pelo o pillarás una pulmonía.
Ella me miró dulcemente. Sentí que me robaba parte de mi corazón ese momento.
- No te preocupes, he superados cosas peores.-Me confesó ella con una risita al final de la frase.
Pero podía ver como tiritaba. Estaba mintiendo. Estaba helada. Esperaba que la estufa pudiera apaciguar mis preocupaciones y hacerla entrar en calor. Y de paso a mi también... Eris dejó escapar un leve suspiro. Este se desvaneció en un instante. La admiré una vez más: era una chica bajita pero bien formada, de profundos ojos turquesas y una melena que seguramente sería muy suave. Parecía una persona divertida, pero también solitaria y para nada egoísta. Algo me sacó de mis pensamientos. La penetrante mirada de ella era la razón. Sus dulces ojos me decían en un lenguaje no verbal que la siguiera mirando. Que la siguiera analizando. Que adivinara uno por uno sus pensamientos. Estuvimos así un rato hasta que un relámpago nos hizo dar un salto en el sitio. Eso me hizo reaccionar.
- Sácate la ropa, hay que secarla. - dije mientras me sacaba la camiseta.
Ella se levantó de un salto. Entonces comprendí la gravedad de mis palabras. Mi amiga Eris me miró de la forma más asustada posible. Se aferró a la pared como pudo y se abrazo a sí misma. Yo comprendí que eso era algo con lo que ella podía sacar otro sentido que el mío.
- No me refiero a eso. - le dije sacudiendo las manos - es que si no nos sacamos la ropa para secarnos nos podemos enfermar para esta tarde.
Eris no me contestó. Se inmutó y después dijo:
-Gírate.
Eris se levantó y me repitió la orden:
-Gírate.
Yo me giré y sin decir una palabra me quité la camiseta mojada. Quise saber sí tenía frío. Mentira. Quise saber cuanto tiempo tendría que estar girado.
-Tienes frío?
-No.- Respondió ella. Sin la más mínima dulzura.
Acabé de quitarme las prendas más pesadas y las más mojadas también, y al ver que no tenía más que mi ropa interior me puse rojo. Cogí mi ropa y la puse al lado del radiador. Luego cogí una toalla seca y me la puse por encima de los hombros como si fuera una capa como la de Jude. Sentí como ella se sentaba a mi lado. Tenía la manta alrededor del cuerpo como si fuera un vestido palabra de honor. Ella también llevaba solo la ropa interior por que se miraban las tiras del sujetador. Avergonzado no ne moví de donde estaba y los músculos se me tensaron de nuevo.
Narra Eris:
imagináosla con una manta |
Estaba incómoda. Había notado que el frío me estaba comenzando a afectar y por eso estornudé de golpe. Sobresaltando a Axel Blaze. Este se giró y me miró. Me quedé quieta y sin nada que decir hasta que recordé : No se podía girar. Me puse colorada de golpe y giré la cara de dirección. Moví mi cuerpo de lado para no verlo. Noté como él se movía y vi como unos musculosos brazos me rodeaban. Reaccioné de golpe y me giré para darle un tortazo. Cuando quise darle ese tortazo, Axel sujetó mis brazos a tal punto que no podía moverme de donde estaba. La manta me cubría entera, era lo suficientemente larga como para tapar a tres personas. Gracias a Dios no me tocaría compartirla con él. Él me miraba a los ojos, sus ojos negros eran penetrantes y cálidos. La verdad es que no me estaba apretando, solo hacía algo de fuerza para que no le pegara. Agaché la cabeza y me sonrojé.
- No podías darte la vuelta - dije con voz de niña casi en un susurro.
Nada más decir esto él me soltó y se volvió a dar la vuelta. Las últimas gotas de agua de mi pelo,casi seco, se deslizaban por mi nariz acabando de mojar la manta. La lluvia no cesaba, de echo iba a más. De repente, acompañando a la lluvia, unos pasos rápidos se aproximaban hacia nosotros. Notaba la respiración de Axel a mis espaldas. Su cuerpo desprendía una mezcla de frío y calor a la vez. Cada vez más cerca y más rápidos. El corazón se me contrajo. Me envolví con la manta y noté que los pasos se detenían. Seguramente delante del cobertizo. Axel se había puesto en pie. Hubo un silencio absoluto. Uno de esos que te hacían pensar y que tus pensamientos eran las únicas voces a las que podías prestar atención. Puse la mirada en la puerta. Después de un instante. Un ruido me hizo ahogar un grito. La puerta cayó al suelo. Seguí gritando. Hasta que otro grito tapó el mío.
-Eris-nee-san Doishte bakarinano? Doishte! Doshite! ( Por qué me haces esto? ohh!!! porque lo haces??)
Me levanté inmediatamente del suelo y me acerqué a Marye. Al verme se tranquilizó algo. Pero eso cambió al ver a Axel en la habitación semi-desnudo. La abracé antes de que pudiera hacerle algo a aquel delantero y le conté lo ocurrido.
-Marye. Kan batene (confía en mi)- comencé a decirle - Marye,Marye tranquila. Verás todo tiene una buena explicación cálmate.-Axel se asustó al ver la mirada oscura de mi amiga.
La abracé un poco más fuerte. Le sonreí y le comencé a explicar:
-Verás, me estaba enseñando el instituto. Pero la lluvia nos empezó a caer encima y nos metimos en el cobertizo. Y estamos... Pues eso secando la ropa. Y como la lluvia no cesa pues... No podemos salir.
- Pero porque en este sitio??!! sabes que hay otro edificio a apenas 2 minutos.-Marye agachó la cabeza y señaló a Axel - Dai kiray. BAKA!! ( Te odio. Muere idiota. )
Se aproximaba una tormenta... Y la hice entrar. Apoyé la puerta como pude y me senté frente a la estufa. La ropa de Marye también estaba mojada, pero sabía que por nada del mundo podía hacérsela quitar delante de un chico. La invité a sentarse a mi lado con un gesto de mano. Ella aceptó y, aún con la cabeza agachada, se sentó. Una toalla colgó por encima de su cabeza. Miré arriba era Axel, a cierta distancia. Soltó la toalla y se acercó a un silla. Se sentó. Cogí la toalla y comencé a secar el pelo de Marye. Esta no se movía. Pero estaba tiritando.
- Gomen nasai onee-san. ( lo siento hermana) - Marye dijo en un pequeño hilo de voz. -Arigato ojou-hentaii-sama... (gracias rey de los pervertidos XD)- Miró a Axel.
Seguía secándole el pelo a mi amiga. No tenia una melena tan larga como la mía pero igual era muy larga. Le llegaba hasta la cintura. Otro incomodo silencio; y otra extraña situación se sumaría a mi colección... Axel miraba nuestra situación... Como sí le pudiera leer la mente sabía que parecíamos medio-hermanas. Marye se río. Seguía tiritando... Pero parecía algo feliz. Yo entendía que se pusiera así. Después de todo este cobertizo era muy importante para todo el equipo. Especialmente para ella. Aquel sitio fue ocupado por nosotras hace nueve años. Cuando éramos unas enanas. Allí pasamos nuestra infancia antes de regresar a España.
-Eris-nee. Cubrase un poco más.- Marye señaló como la.manta se empezaba a deslizar...
Miré a la toalla. Efectivamente, se me estaba bajando. La subí inmediatamente y la ajusté para que no se volviera a bajar. Seguí secándole el pelo hasta que estuvo seco y moví la estufa para que ella recibiera más calor. Ahora procedí a intentar secarle la ropa frotándola. Cada vez mi pequeña amiga, que para mi era mi hermana menor, iba tiritando menos.
-chicas me giraré, pero acaben de secarse.-Dijo él poniéndose la camiseta ya seca y los pantalones. Asentí y acabé de secarme yo también. Pero antes de que pudiera vestirme recordé una cosa: Los antiguos uniformes del instituto.
-Marye. Te acuerdas de esos uniformes que encontramos hace años? Todavía deben seguir aquí. - dije.
Ella se levantó. Caminó hasta el fondo del cobertizo y para mi sorpresa. Sacó ropa seca. Los antiguos uniformes de las Sempais. Los extendió un poco. Eran unos uniformes algo grandes. Pero era ropa limpia. Marye sacó otro uniforme. Este era de chico y se lo lanzó a Axel. Le cayó de pleno en la cabeza. Lo observo y comenzó a sacarse su ropa para ponerse el otro uniforme. Marye y yo hicimos lo mismo y comenzamos a vestirnos. Marye cogió el que era algo más pequeño. Al acabar de ponernos los uniformes ayudé a Marye a ajustar un poco el suyo para que no le quedara tan grande. Ella hizo lo mismo con el mío y al acabar de vestirnos avisamos a Axel de que ya se podía dar la vuelta. Cogimos una bolsa y metimos ahí toda nuestra ropa. La lluvia aún caía con muchísima fuerza allá fuera. No podíamos salir. Mi móvil estaba muerto, Marye no había traído el suyo y el de Axel parecía un escurridor del agua que tenía.
-Ahora que lo pienso, viniste sola Marye-nee?.- dije con un poco de esperanza entre esas palabras.
-no exactamente, venía con Paolo y con Eve-chan. Pero me perdí. Y escuché la estufa enchufada del cobertizo y sus voces y comprendí que estaban aquí. Y pensé que el hentaii te estaba apunto de hacer algo malo.- La castaña se sonrojó. Axel se rió y yo también. -pe-pe-pero el comentario de él me pareció algo fuera de lugar.-Marye se intentó justificar. Pero fue en vano. Se había malpensado.
-de verdad a sonado tan mal lo que dije?- preguntó Axel entre risas.
- SERÁS PEDAZO PERVERTIDO - dijo Marye sacando su katana en dirección a Axel.
Axel esquivó el primer golpe, pero no estaba segura de si iba a esquivar el segundo. Las gotas de la lluvia hacían un ruido rítmico contra las tejas. Marye se preparaba para hacer impactar de nuevo su katana contra el delantero del Raimon. Está vez no tendría tanta fuerza, ya que... Recibió el golpe de está y a su vez se resbaló y chocó contra Eris. Cayendo los dos al suelo. Marye soltó el palo. Y se dejó caer al suelo.de espaldas cayendo sobre las mantas. Cerró los ojos y dijo "de nada Eris-nee-san". Marye después de unos segundos se levantó y retomo su lucha. Pero.está vez. Quiso hacer algo distinto. Conocía cada centímetro de ese sitio. Decidió golpear la pared... Que a su vez movió la estantería, que hizo caer un par de balones antiguos.
-No me has dado.-Dijo indiferente Axel.
-Tú espera y...-Antes de que pudiera acabar su frase, unos balones hicieron mecer a Axel, cayendo sobre el. Marye se apartó y Axel cayó sobre mi... Osea Marye lo había echo aposta.-... Y veras.- Acabó su frase con una risa.
Las pelotas seguían rebotando. Axel estaba encima mía, con los brazos estirados manteniendo una distancia. Una de ellas le dio en la cabeza, por lo que usó una mano para sobrarse la cabeza. Marye no daba tregua. Se disponía a golpear al chico, esta vez directamente. Marye se paró en seco. Tiro la katana al suelo. Y dejó escapar un grito de su diminuta boca. Eran una sombra y los truenos hacían golpes en las paredes... Ya había anochezido tan rápido. Marye se agachó. Poniendo sus manos en las orejas y gritando. Por otra parte Axel y yo estábamos estupefactos. Detecté que la manta se volvía a bajar. Mientras Axel se quitaba de encima mía, yo la acomodaba una vez más. Rápidamente me levanté y me acerqué a Marye. Otro trueno. Marye volvió a dejar escapar otro grito. La abracé. Axel se acercó y se agachó a mi lado. Miré hacia los ojos de Axel. Este me dio algo de confianza... Pero en mi descuido. Marye se cayó hacía atrás, y se dio contra la pared. Quedando inconsciente. Yo la vi caer en mi mente una vez más. La tomé de los hombros y esta ni se inmutó. Axel entonces ausente, me tomó del brazo, me miró y me calmé. Comencé a llorar. Y acto seguido Axel me abrazó. No paraba de llamar su nombre, estaba desesperada. Una voz dulce llamó a alguien, Marye se movía, la podía oír. Pero reclamaba la ausencia de...
-Mama...? Mamá,papá...?.- Se podía volver Oír. Marye se despertó con una sonrisa. - Mamá...??? Papá, por qué llora Mamá???? Mamá!!- Dijo con una sonrisa infantil y con un brillo que jamás había visto en mi amiga.
Poco después se lanzó hacía nosotros. Como pesaba poco no pasaba nada. Nos abrazó... Axel... Se comenzó a reír... No sabía como actuar. Y yo tampoco. -Papá... Porque mamá lloraba? Preguntó Marye también comenzando a llorar.- Sí mamá llora yo también...- las mejillas se le mojaban y yo me sentía culpable. Por fin conseguí que nos dejase respirar a ambos y entonces... La examiné un poco. Tenía la mirada brillante y la sonrisa más grande del mundo aún así lloraba a mares porque yo también lo hacía. No podía creer que es fuese mi Marye.
-Que está pasando aquí? Preguntó Axel algo confundido.
-Papá... Porque están en mi cobertizo?.- Dijo ella haciendo un puchero
-Yo no soy tú papá Marye.- Dijo Axel.
-Papá!! Claro que si. Y ella es mi Mamá.- Sonrió y me señaló a mi. Axel iba a pronunciar otras palabras pero le di un codazo que lo hizo callar.
-Claro que somos tus papás Marye - dije. Axel me miró con cara de sorpresa. Le mostré una sonrisa. Y levanté a Marye mientras le agarraba las manos. Miré por la ventana. Ya llovía menos. Cogí a Marye de una mano y caminé hacia la puerta. Axel me seguía murmurando por lo bajo. Marye miró a Axel por atrás y le dijo:
- Papá que te quedas atrás!!!- Se escapó de mi mano, tomó la de Axel y le hizo moverse hasta la puerta. Tomó mi mano y la unió con la de Axel.- Mamá y Papá siempre van delante. Ella salió corriendo hacía el patio corriendo. Dejándonos a los dos tomados de las mano. Y estaba cantando. -Las luces son azules, y el.mar blanco; tú y yo hacía un horizonte inexplorado; Tú y yo siempre de la mano... Lalalalalala... Tú y yo siempre de la mano.
-Que demonios está pasando Eris?.- Me preguntó Axel que aún sostenía mi mano.
-No lo sé... Pero cree que somos... Sus padres... Y al parecer... Esa no es mi Marye de siempre.
-Qué hacemos?
-...ser sus padres o sino puede que se enfade... Aún que sinceramente no lo sé...
Marye se acercó correteando y diciendo: -Mamá papá están muy aburridos. Vamos anímense y diga "chi".- Sonríe y se planta a nuestro frente.: -Mamá, porque están así.! Hagan las paces y dense un beso. Como siempre lo hacen.
Me sonrojé al instante. Noté como Axel me apretaba la mano y me miraba nervioso.
- Vamos Papá - dijo empujándolo hacia mi.
Se acercó a mi y me besó rápidamente la mejilla. Se separó colorado. Tenía calor, calor por toda la cara. Pero al parecer no era suficiente.
- Eso no se vale Papá, para hacer las paces tienes que darle un beso a mamá - dijo empujándolo más cara a mi.
Marye le empujó una vez más y acabamos dándonos un beso. Los dos con los ojos bien abiertos. Marye se río y nos abrazó a ambos. Se le veía feliz. Pero nosotros no nos movíamos. La lluvia seguía cayendo. Oí algo antes de que Marye tapara por completo toda mi visión. Axel y yo ya nos habíamos separado y soltado. Marye se agarraba a mi con una risa infantil mientras cantaba una cancioncilla. Era Eve. Se acercaba a nosotros mientras se reía. Me libré del agarre de Marye y me acerqué a ella con intención de explicarle todo.
- No hace falta, lo he visto todo. Escuchaba desde afuera. - me dijo. Bajé avergonzada la cabeza.
- Papi papi llévame a caballito - gritaba Marye mientras se intentaba subir a la espalda de Axel.
Eve río ante la situación y Marye la miró.
-Tía, tía! tía.. La tía Mei está aquí. La tía Mei vino a verme!.- Marye se desplazó corriendo hasta Eve y se le tiró encima. Ahora era Axel el que reía junto conmigo.
-Marye, pero sí soy Eve.- le intentó demostrar en vano a ella.
-No. Tú eres mi tía Mei, ella es mi mamá, él mi papá!
Marye la dejó y Eve me miró un poco aterrada:
-Ella no es Marye ...! Me reí por la reacción de Eve.
- pensé que lo habías escuchado todo - dije sarcástica - Marye se golpeó la cabeza y piensa que somos sus padres, y ahora que tú eres su tía.
Eve se levantó sacándose a Marye de encima. Se puso detrás mía y señaló a Marye mientras ponía una cara de terror.
- Nos la cambiaron los aliens.
-que pasó tía Mei. Ya no me quieres?- dijo Marye - A mi no me cambiaron los aliens, porque soy rara no tiene que decir eso. Dejen de meterse conmigo.- Ella pegó un pisotón que hizo que recordásemos cuál era nuestra Marye.
Axel le puso la mano en el hombro a Marye.
-Marye todos te queremos.- Marye sonrió.
Me acerqué junto con Eve a ver a Marye... Estaba de muy buen humor.
- Mamá - dijo corriendo hacia mi - mami mami mamiiiiiiiiii - gritaba.
Le cogí la mano y comenzamos a andar, íbamos al albergue antes de que lloviera. Eve y Axel me seguían. De repente Marye se paró en seco. Miraba hacia un lugar. Soltó mi mano y agarró su katana. Miré a donde miraba ella. Era Paolo.
-Mamá, papá que hace el aquí? Tía Mei, porque lo trajeron? -Marye se escondió tras de mi.-Mamá, porque trajeron a un chico. Saben que me dan miedo. Los odio. Son malos. Los.odio. LOS ODIO LOS ODIO LOS ODIO LOS ODIO LOS ODIO LOS ODIO! - Marye se quedó con el corazón encogido y se aferró a mi ropa.
Cerró los ojos. Paolo se aproximó y preguntó...
-Marye no sabía que Eris era tu mamá.?.- Este se rió.
Marye no se inmuto ante el comentario de este y recibió una patada de las más duras que nunca había visto.
-Aléjate Paolo!.- sorprendente-mente recordaba a Paolo.
-Marye... Este chico lo recuerdas?-pregunté.
- Quién no lo haría... Sabe que perdí la apuesta y le tengo que pagar y no quiero. Es el más pesado de mi clase. Es el sabiondo de 3ºA - Marye apretó más mi ropa y me dijo - Dijo que le tendría que dejar de pegar.
Se dio la vuelta y dijo: -Vámonos!.- Gritó ella agarrando a la supuesta tía Mei a mi y a Axel hacia el albergue.Pudimos llegar en menos minutos de lo que recordaba. Apenas 2.
Corriendo y siendo arrastrado por Marye, Paolo nos seguía. Él estaba desconcertado. La verdad es que no sabíamos el por qué de este comportamiento en Marye. Todos nos recibieron atentos. Marye se agarraba a mi uniforme con una mano y con la otra apuntaba a Paolo con la katana. Eve hacía movimientos indicando que nadie dijera nada. A lo que parecieron hacer caso.
- Está bien... Tú ganas Paolo.- Marye me soltó y se acercó a su "enemigo" sin antes decir -Mami, dale un abrazo a papá de mí parte que tengo que si no puede que se sobresalte. Marye, soltó la katana, y dejó escapar un suspiro lastimero... - Que conste que tú lo pediste.. Paso a paso Marye se acercó al chico. Le cogió de las manos. Se puso de puntillas y le dijo -Baka almenos sonríe!
Paolo parecía recordar esa situación... Pero con los ojos muy abiertos no dijo ni mú.
-Mamá... Como se besa a alguien.??-Me preguntó Marye roja. Paolo se alejó de Marye rápidamente.
- No no no no. Eso fue una apuesta de hace muchos años Marye.
- Mentira!!! La apuesta la perdí ayer. Y como no se empezaban a pelear. Como siempre.
- Paolo, Marye se llevó un golpe y piensa que somos sus padres. A lo mejor contigo piensa que aún sois pequeños.
Paolo me miró como suplicando cuando Marye se acercó de nuevo a él. Estaba rojo, al parecer sabía de lo que estaba hablando Marye. Esta le cogió las manos y se volvió a poner de puntillas. Por alguna razón... Sabía lo que iba a pasar... Así que para recordarlo en la posteridad tomé una cámara... Marye estaba muy roja... Tanto que casi parecía un tomate y Paolo no se movía... Marye de golpe, se le quedó mirando... Tras unos segundos... Está cerró los ojos y prácticamente se le lanzó encima. Paolo seguía con los ojos muy muy abiertos. Marye estuvo apunto de apartarse pero Paolo reaccionó y volvió en sí... Le impidió separarse. Fue un beso tierno y bonito. Pero duró poco. Se separaron y Marye le dio la katana a Paolo. Dejando de ser ella prácticamente. Había besado a su enemigo y había entregado su katana. Y lo que salió de su boca fue:
-Lo hice bien? Te gusto baka?.
Paolo seguía con los ojos abiertos de par en par. Reaccionó y apretó la katana.
- como sé que te gusta esta katana te la doy si prometes no volver a golpearme con ella.
Marye miró a su enemigo. Dentro del albergue todos intentaban contener la risa. Yo estaba grabando aquella insólita escena. Sabía que entre ellos dos había algo. Lo sabía.
-Arigato...- le miró y sin más que decir se le tiró encima con un abrazo. -Oii Tia Mei. MAMÁ. papá. Quienes son todos estos chicos y chicas tan altos?.-Preguntó ella a dejar de abrazar a Paolo.
Dejé de gravar y me acerqué a Marye. Le agarré la mano y la llevé hasta los chicos.
- Ehhh!!! Tío Dyland - dijo corriendo hacia Nathan. Todos la observábamos con asombro. - Tío.... por que no llevas el anillo de casado??? Tía Mei tampoco lo tiene. Es que se han separado?
-Pero... Que narices?.-Dijo Nathan casi asustado.
-Marye está muy rara...-Le contestó Eve.
-Tío! venga dime. Se separaron!
- No Marye. El tío y yo sólo estamos... Sin alianza porque quisimos llevarlas a limpiar....!?
-Enserio demuéstrenlo!
Me quedé helada... La Marye de siempre habría molido a Nathan como se acercase a Eve y jamás había sido tan directa.
-Marye... Tranquila... Estamos juntos. Tranquila.
Marye desvío la mirada y dijo:
-se acabó, aquí nadie se quiere! Se van a enterar. Vamos a organizar un baile! La tia Mei con el tío. Mamá y papá. Yo y... Paolo. Y... Andy y darren. Y cris y kruger y... - Dejó de hablar. -Mamá... Papá. Por qué sé sus nombres?
- No sé cariño, no sé - le respondí - pero por que quieres hacer un baile? Hoy es un día importante.
- Porque nadie se quiere. Primero papá y tú no os besáis y cogéis de las manos, luego la tía y el tío no llevan la alianza de casados y el baka de Paolo me tenía miedo.
Todos la escuchábamos atentos. Sus palabras parecían llenas de reproche. Pero eran incoherentes e ilógicas. No tenían ningún sentido para nosotros, pero al parecer Paolo sabía más o menos de lo que hablaba. Paolo se acercó a Marye.
- Marye, no pasa nada. Tus tíos son los mismos de siempre, tus padres están así por que los sorprendiste en una cita y yo reaccioné así por que no me acordaba de la apuesta.
Ante esas palabras me puse roja. Quería gritar que aquello que Paolo había dicho era mentira. Pero Axel me lo impidió, aquello empeoraría las cosas. Marye... Cerró los ojos y le tomó de la mano a su "enemigo"... Y dijo "tengo miedo"
-Veréis Marye tuvo siempre problemas con su familia y ahora se debe de creer que nosotros somos como lo eran antes. Ha retrocedido en el tiempo. Antes, Marye y yo éramos los mejores amigos y yo le hice hacer una apuesta de que sí perdía debía darme algo que me sorprendiera y yo lo mismo. Desde que pasó esa apuesta me ha dejado de lado y me odia sigo sin saber la razón.
-Yo no te odio.-argumentó la pequeña Marye casi llorando.
-Así pueblo, lo mejor es que actúen como sí fuesen familia hasta que todo pase o por lo menos poder llevarla al médico. Así que Eris y Axel son sus padres, ella tiene unos 8 años... Y Eve y Nathan son sus tíos... Ahora esperen que seguro que les pondrá a todos nuevos apodo, etc...
Todos asentimos ante las explicaciones de Paolo que hacían que todo encajara en su sitio.
Narra Paolo:
Me sentía raro. De verdad echaba de menos a aquella Marye. Ya no me odiaba y hacía como cuando éramos pequeños. Me agarraba de la mano. Aparte de aquel beso que me había plantado. Ojalá no se olvide de esto. Ojalá todo sea como antes. Sin peleas ni discusiones. Miré a la infantil Marye que jugaba con la manga de mi camiseta. Un sentimiento de añoranza me invadió en ese momento. Quise volver a tener esos 8 años... Volver a jugar a las batallas con mi antigua amiga. Pero desgraciadamente Marye ya era una adolescente y al parecer a mi no me gustaba como amiga ya.... Yo quería que fuese la persona que alegrara mi día... En otras palabras me empezaba a enamorar de ella. Desde esa tarde todo cambio para todos. Marye no volvería a ser la misma en mucho tiempo y yo le expliqué a ella que ahora teníamos. Unos 14 años. Pareció acatarlo y luego sonrió.
-chicos es tarde hay que cenar... Dijo un hambriento Axel, mirando a Eris.
-Sí, Marye... Ayudas a hacer la comida?- dijo Eris.
- siiiii - dijo Marye entrando a la cocina con Eris.
Todos entraron a dentro. Axel se sentó en el bordillo de la mesa y se pegó un cabezazo contra este. Me acerqué a él y le pregunté qué le pasaba.
- soy muy joven para ser padre.
Su comentario me hizo gracia. Comencé a reírme. Lo miré.
- oye a ti te molesta el comportamiento de Marye? - le pregunté.
Levantó la cabeza y me miró. Me hizo una seña con la cabeza indicándome que subiera. Luego hizo un tres con sus dedos. Por qué tanto secretismo? Después de tres minutos, el tiempo indicado, subí arriba. Allí estaba él, apoyado en la pared de brazos cruzados. Estaba muy, muy muy serio.
--- En la planta de abajo-------
Narra Byron:
Observaba con interés a aquella chica que me había llamado la atención. Aquella chica que había parado con firmeza mi tiro y que había llorado con una película. Sin duda una chica especial. Tenía sus mejillas sonrojadas de tanto llorar. Ahora mismo estaba ayudando a poner la mesa junto con Cris y Aki. Al acabar se acercó a mi. Me encontraba apoyado en la pared en la parte más alejada de todos. Pasaba desapercibido. Pero al parecer para ella no. Se acercó con una sonrisa, pero aquello no podía dejar de pasar por alto sus mejillas rojadas. Sonreí ante su aspecto infantil. Me agarró de la muñeca y me empujó para que la siguiera. La nueva e infantil Marye nos vio, padilecí de inmediato. Yara no se daba de cuenta, me seguía guiando por la sala para que hiciera algo de tarea. Marye se acercó a nosotros.
- Tío Shizen, tía Sakura !!! - nos llamó. Se acercó, Yara me había soltado de la sorpresa ante las palabras de su amiga - tía Sakura, a dónde llevas al tío? Yara me miró con cara entre asustada y sorprendida.
-Pues me llevo al tío a que me ayude a coger una caja muy pesada que quedó en la furgoneta - dijo al fin.
-Voy con vosotros - dijo cogiendo la otra mano de Yara - Mamá ven tú también - Añadió.
La peli-azul se acercó a Marye y vino con nosotros. Todo era parte de nuestro plan.
CONTINUARÁ